37 A l e j a n d r o M a g n o difundidos por gente de la India. Sea lo que sea, que los informes falsos y adulterados no os engañen. Estabais luchando contra fuerzas pequeñas. Ahora, por primera vez, os enfrentaréis a una tribu rebelde. Pido la ayuda de vuestras manos y de vuestra valentía, es la garantía para alcanzar nuestros objetivos. Las recompensas son mayores que todos los riesgos. Este país es rico pero incompetente para la guerra. No os llevo a la gloria sino al saqueo, merecéis llevar a vuestro país esta riqueza que fue arrojada por el mar a las costas de la India, dejadme deciros que hoy no es vuestro rey el que os habla sino vuestro líder, el que os trajo a los confines del mundo. Os he impuesto todo por mandato, pero esta vez estaré en deuda con vosotros. Y seré yo quien os pida compartir los peligros con vosotros, y os protegeré con mi escudo. (Periodo de silencio) Alejandro: ¡¿Por qué este silencio?! ¿Dónde están los vítores que muestran vuestra ambición? ¿Dónde está esa mirada macedonia? ¡¡Mis hombres!! ¡¡Parece como si yo no os conociera, y como si vosotros no me conocierais a mí!! (Durante el discurso de Alejandro, las tropas continuaron en silencio con la cabeza gacha y la mirada hacia el suelo)
RkJQdWJsaXNoZXIy OTg0NzAy