Alexander the Great

48 A l e j a n d r o M a g n o la excitación, no pudieron hablar entre ellos hasta que Alejandro soltó una carcajada, luego gritó mientras le separa) Alejandro: Nearco, hueles a pescado podrido. (Nearco responde): Nearco: En cuanto a tu hedor, es el olor a sudor de caballo. (Alejandro mirando el rostro de su delgado capitán naval) Alejandro: No puedo creer que estés vivo. Nearco: Este viaje no fue fácil y pensé, en algunas ocasiones, que no podríamos completarlo. Nos encontramos con dos tormentas, pero nuestro mayor problema fueron la sed y el hambre. (Alejandro y Nearco deambulan por el campamento así que salen por un lado del escenario y entran por el otro. Mientras, Ptolomeo forma a los soldados para pasar revista. Cuando pasan por delante Ptolomeo grita) Ptolomeo: ¡Alalalai [1], rey Alejandro! (Los soldados alzan sus lanzas en alto a la vez que gritan fuerte) Soldados: ¡Alalai ... Alalai ... Alalai! Nearco: ¡Pescado! ¡Bolsas y bolsas de pescado! ¡Esos pobres y miserables no tienen más que pescado! 1- Grito de guerra de los antiguos griegos.

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