49 A l e j a n d r o M a g n o Marinero: El pescado a la plancha está listo señores. (Alejandro y los líderes se dirigen hacia un lado del escenario vitoreando y riendo, pero un enorme estruendo de tambores les alerta del peligro. Alejandro grita) Alejandro: ¡Oh, Dios Zeus! ¿Quién en esta tierra se atreve a atacarnos ahora? (Alejandro desenvaina su espada y grita) Alejandro: ¡Comandantes, montad los caballos! ¡Montad vuestros caballos! (El campamento se ve inmerso en un estridente, penetrante y agudo sonido de tambores y relinchar de los caballos. La valla de hojas de palma se derrumba debido a la estampida de los soldados mientras que una polvareda se levanta detrás de ellos. Los soldados rodean un carruaje tirado por caballos) (Silencio) (Solo aparece el carruaje en el escenario y es visible tan solo después de que el polvo se ha desvanecido) Un grupo de soldados con sus espadas y escudos lo rodea. Una persona se baja del carro mostrando la molestia de viajar y el polvo le cubre la cara, y al mismo
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