Holaku's Return

26 E l r e g r e s o d e H u l a g u Al-Dewidar: Mi señor... ¿Es esto cierto? Al-Musta’sim: ¿Cierto? No. No es correcto pero, ¿Quién le expondrá a Hulagu nuestras condiciones? Al-Dewidar: ¡¿Cómo...?! El primero de ellos es su ministro y todos los que los han empleado para su propio beneficio. Al-Musta’sim: ¿Mi ministro? ¿Mi ministro? No me lo creo ja ja ja. Al-Dewidar: Mi señor... Durante dos años, he estado pidiendo que nos proporcione fondos para formar un ejército fuerte para defenderlo a usted y al islam. ¿Cuál es el beneficio de estas joyas con las que llenó sus arcas? También les exigí que presentaran el caso a todos los líderes musulmanes, para que cada uno de ellos asuma esta responsabilidad. Sin embargo, no escuchaste mis palabras y estabas persuadido por las palabras de Ibn Al-Alkami. Ibn Al-Alkami entra y dice: Ibn Al-Alkami: Enviaremos una delegación a Hulagu. Dewidar sale enojado. Ibn Al-Alkami: ¿Qué le pasa a este hombre? Al-Musta’sim: ¿No me dijiste que teníamos que hacer esto para evitar que Hulagu se acerque a nosotros? Ibn Al-Alkami: Mi señor, debemos mantener al oponente alejado de nosotros pagando el dinero.

RkJQdWJsaXNoZXIy OTg0NzAy