27 E l r e g r e s o d e H u l a g u Al-Musta’sim: ¿Cómo? ¿Cómo sugirió alDewidar? Ibn Al-Alkami: ¿Qué sugirió al-Dewidar? Al-Musta’sim: Gastar dinero en la formación de ejércitos. Ibn Al-Alkami (riendo): Se perderán almas y se perderá el dinero... Mi señor... El poder de los mongoles es grande, no podemos enfrentarlo y tienen armas mortíferas... Al-Musta’sim: ¿Qué armas son esas? Ibn Al-Alkami: Son la catapulta y los carros de proyectiles de dardos. Los expertos chinos son los que operan sus máquinas de ataque. Al-Musta’sim: ¿Qué se debería hacer? Ibn Al-Alkami (sacando una hoja de papel que tenía en el bolsillo: Mi señor... Las cajas fuertes y los objetos de valor que están enterrados se han guardado para este día, para alejar el mal de esta familia y para salvaguardar la dignidad, el honor y la integridad. Por lo tanto, es necesario preparar: Mil unidades de valiosos fondos. Mil camellos. Y mil caballos árabes equipados con todos los pertrechos y equipos que necesiten, junto con una misiva de disculpa a Hulagu.
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