29 E l r e g r e s o d e H u l a g u para matar y saquear a su gente, mientras estamos en esta adversidad? Si tienes el coraje demuéstralo en la guerra contra los mongoles y no contra los indefensos. Ibn Al-Alkami se vuelve hacia Al-Musta’sim: Mi señor... Incluso su hijo estuvo involucrado en esta conspiración. Al-Musta’sim: Salid de aquí... Dejadme solo... Sale Dewidar, luego Ibn Al-Alkami le sigue. Al-Musta’sim: ¡Oh, Dios mío! Estoy confundido entre Ibn Al-Alkami y Dewidar. El califa al-Musta’sim permanece la cabeza gacha y la luz se va atenuando hasta una completa oscuridad. Voz en off: Y pasan los días... Al-Musta’sim se sienta en su Consejo con Ibn AlAlkami. Durante la reunión, entra Dewidar sosteniendo el Dartanki y retira una caja de regalo, y situado detrás de ellos Ibn Al-Alkami), y detrás de ellos viene Ibn Al-Alkami. Al-Dewidar: Toma este Tartanaki, el dinero y tus regalos. Al-Musta’sim: ¿Qué hay, Dartanki? Al-Dartanki: Fui expulsado, ¡Oh, muley! Hulagu me dio un mensaje para usted en el que dice que debería asistir en persona, solo si quiere ser un gobernante subordinado de los mongoles.
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