38 E l r e g r e s o d e H u l a g u Ibn Al-Alkami: Bienvenido nuestro gran... Bienvenido nuestro rey. Mi señor, la gente de Bagdad está feliz y está ansiosa por conocerle. Incluso el que pecó y resistió a los mongoles quiere el perdón de usted. Hulagu: El perdón es a la manera del sultán Izz al-Din. Ibn Al-Alkami: ¿Cuál es la manera del sultán Izz al-Din? Hulagu: El sultán Izz ad-Din, rey de los persas, se resistió a uno de nuestros líderes que enviamos. En lugar de darle la bienvenida luchó contra él y yo le guardaba rencor, pero vino a mí hace unos días en la frontera de Tabriz, después de saber que tomamos Bagdad, y se disculpó de una manera extraña. Dibujó su rostro en la suela de los zapatos y me lo mostró. Hulagu se quita los zapatos y apunta su suela hacia el público, para mostrar la imagen y dice: El sultán Izz al-Din me dijo “La imagen que está debajo de sus zapatos es la mía. Espero que sea mi intercesor y me haga sentir orgulloso de su amabilidad”. Y añadió: “¡Oh, Ibn Al-Alkami! ¿Quieres que le perdone? ¿Le perdono? Ibn Al-Alkami: Señor, la gente se queja de los soldados mongoles. Golpean y atacan a la gente.
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