I Condemn

29 YO CONDENO en su opinión, inocentes de cualquier tipo de crímenes, de los cuales solo él era en todo caso responsable. La revolución armada de los moriscos en el Reino de Granada fue la consecuencia lógica de la persecución de la Iglesia Católica y las vejaciones causadas a su pueblo por el Clero, ministros de la Justicia y los Oficiales Reales. En la carta, le pedía que pusiera fin al dolor que afligía a su padre y a su hermano o, de lo contrario, ejecutaría a quien quisiera de los prisioneros cristianos que tenía en su poder. Pero su confianza en Don Juan de Austria, y el respeto que le tenía como alto dignatario de la Corte Real, además de la esperanza de ver a su padre ya su hermano libres y a salvo, le llevarona ofrecerun gran número de prisioneros a cambio de la liberación de su padre y de su hermano. Ypor si eso no fuera suficiente, estaba dispuesto a añadir también a otros prisioneros que estaban en posesión de los turcos,en regiones bereberes o incluso enTurquía. Estaba dispuesto a traerlos con el fin de entregarlos en el intercambio. Eligió a un joven cristiano, encarcelado en Serón, para que llevara tres cartas: una a Don Luis de Córdoba, otra aljefe del Poder Judicial, y la tercera alMarqués de Los Vélez, donde exigía a este último que escoltara con sus soldados a dicho joven cristiano hasta el Palacio de la Alhambra, en Granada,residencia de Don Juan. Con el propósito de que los moriscos no obstruyeran el camino del joven, AbénHumeyale dio una carta como pasaporte o salvoconducto, escrita en árabe por un hombre llamadoAbénShabla (las otras dos cartas fueron redactadas en castellano según el historiador Mármol Carvajal), y esto es lo que dice la traducción al castellano:

RkJQdWJsaXNoZXIy OTg0NzAy