I Condemn

34 YO CONDENO la orden y sin que ellos tengan conocimiento (...) Daré un salvoconducto a quienes los acompañen, (...) Por lo tanto,deme su palabra, y yo entregaréa los prisioneros antes de la llegada de mi padre y mi hermano, y si ese acuerdo no se cumple, enviaré a algunos de mis hombres a los países bereberes e incluso a Turquía, y a donde me digan que hay prisioneros, enviaré emisarios para que los traigan. (...) Si nada de esto es aprobado por su Alteza, denme el placer de entregármelos (...)a cambio de lo que sea necesario. Y si no se hace nada, su Alteza será responsable de la pérdida de unos 400 prisioneros. Solo Dios sabe que no dejaré a nadie vivo, ni mujer ni niño, porque los quemaré a todos vivos y lo mismo haré con todos aquellos que han sido capturados en la guerra y han caído en mis manos. No pasa un día sin que caigan en mis manos diez o doce prisioneros o más. Independientemente de los que mueren agotados, aparte de aquellos que mueren a causa de su fatiga, según me dicen los cristianos, me los traen todos los días. Así que sería mejor para su Alteza responderme, con una carta que me envíe al castillo de Calahorra, donde el emirserá el responsable de entregármela. Además, hay muchos prisioneros que puede enviarme. Ahora vuelvo a la respuesta sobre el asunto de los dos señores, mi padre y mi hermano. Es necesario preservar su integridad y no tomar represalias contra ellos por los actos de los que solo yo soy responsable. Es cierto que no tendría que decir esto, ya que requiere un esfuerzo arduo por parte de los cristianos y otros... piensan que la respuesta es glorificar al Señor según ellos lo ven, pero debe ser como Allahha anunciado, y como está escrito aquí, en la tierra de los Bereberes y en toda España, por las señales y profecías que lo han anunciado en todo el mundo. Aunque soy rey de esta tierra, no lo soy por mí mismo, ni por mi nombre, sino por mi calidad de (...) y por mi característica de (...) que Él me socorrerá cada día, así como socorreal“Gran Turco”. Si mi familia y yo morimos en defensa del Reino, Él lo sabrá y sabrá exactamente cómo protegerlo y vengarlo. (...) Si Dios quiere, en esencia, no necesitaré nada de ello, pero estaré con aquellos que quieran alcanzarme.

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