I Condemn

97 YO CONDENO minoría perfectamente conocida e incapaz de integrarse. De estos estudios contemporáneos, parece desprenderse lo contrario, que el éxodo forzoso no acabó con la presencia de los moriscos en España, y que fracasó en extensas regiones como Andalucía, Castilla, Murcia y Extremadura. La causa de ello fue que la decisión fue rechazada por una gran parte de la población en general y por las autoridades locales, que miraban favorablemente a esta comunidad plenamente comprometida, que estaba ya en vías de integración. El desplazamiento forzoso continuó, en todos los reinos que ahora forman el Reino de España, hasta el año 1614. Después de que Felipe IV ascendiera al trono, en el año 1621, la política de represión contra los moriscos se dio por terminada. No obstante, en 1628, la Inquisición dio orden de repatriar a muchos de los moriscos que habían regresado de los territorios africanos, salvo algunos casos de extrema dificultad. Lamayoría de losmoriscos desplazados se asentaron en las costasmarroquí, argelina y tunecina, pero debido a la fría acogida en esos países, algunos de ellos pudieron regresar a la Península Ibérica en los años posteriores al desplazamiento, pues no se sintieron bien recibidos en el Magreb. Los moriscos españoles, de Hornachos (Badajoz), que negociaron su deportación y obtuvieron la posibilidad de tomar sus armas y bienes al partir de los territorios ibéricos, fundaron la República de Salé (República de Bu Regreg) en 1610, que siguió siendo una sociedad culturalmente independiente hasta el siglo XVII.

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