98 con él. Informó a Joao Da Nova de la situación en Quiloa y le explicó que el emir Ibrahim era quien tenía las cajas de oro y los cañones de los barcos militares. Corrió el rumor entre la gente de Quiloa de que el comandante portugués estaba planeando con Haji Muhammad Rukn al-Din al-Dabuli traer sedición y ruina a Quiloa. En consecuencia, tan pronto como Haji Muhammad Rukn al-Din al-Dabuli regresó a casa, el emir Ibrahim lo puso bajo arresto domiciliario con máxima seguridad alrededor de su residencia. En el 910 d. H (1505 d. C), D. Francisco de Almeida, virrey de las Indias, llegó con su flota al puerto de Quiloa. El primero en desembarcar fue Fernao Martins, quien se dirigió a los lugareños de Quiloa y les dijo que debían enviar al emir Ibrahim al
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