Sansón el poderoso Obra de teatro en tres actos
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Dr. Sultán bin Muhammad Al Qasimi Sansón el poderoso Obra de teatro en tres actos Publicaciones al-Qasimi 2021
Título del libro: Sansón el poderoso (Obra de teatro en tres actos) Nombre del autor: Dr. Sultán bin Mohammed Al-Qasimi (Emiratos Árabes Unidos) Nombre del editor: Publicaciones al-Qasimi Sharjah, Emiratos Árabes Unidos Edición: Primera Año de publicación: 2021 © Derechos reservados: Reservados a publicaciones al-Qasimi Sharjah, Emiratos Árabes Unidos ----------------------------------------------------------------- Traducida del árabe Por: Mohamad Nazir Homsi Texto revisado por: Iván de la Rosa Vives ----------------------------------------------------------------- ISBN 978-9948-469-21-6 Autorización de impresión: Consejo de medios nacionales Abu Dhabi No. MC-03-01-6609034, fecha: 02-04-2021 “El grupo de edad que corresponde al contenido de los libros ha sido clasificado según el sistema de clasificación por edades publicado por el Consejo Nacional de medios” El grupo de edad: E Casa de impresión:AL Bony Printing Press, Sharjah, Emiratos Árabes Unidos ----------------------------------------------------------------- Placa de cubierta: Foto de portada: Sansón encadenado, Ojos sacados - Pintura de Rembrandt, Ámsterdam, 1636 - en el Museo de Arte - Frankfurt – Alemania ----------------------------------------------------------------- Publicaciones Al Qasimi, Al Tarfa, Sheikh Mohammed Bin Zayed Road PO Box 64009 Sharjah, Emiratos Árabes Unidos Tel: 0097165090000, Fax: 0097165520070 Correo electrónico: info@aqp.ae
Índice Introducción 7 Reparto 11 Primer acto 13 Primera escena 15 Segunda escena 19 Segundo acto 21 Primera escena 23 Segunda escena 28 Tercer acto 33 Primera escena 35 Segunda escena 40
7 S a n s ó n e l p o d e r o s o Introducción Estos días coinciden con el sexagésimo aniversario de al-Nakbah, que se podría traducir literalmente como “desastre” y la gente habla como si el conflicto entre palestinos e israelíes hubiera comenzado hace solo sesenta años. El conflicto entre palestinos e israelíes comenzó en 1122 a. C. El gobierno de Palestina era para los palestinos, no para los israelíes, que eran súbditos de los palestinos, y para demostrar esto escribí esta obra, “Sansón el poderoso”, después de citar material proveniente de los textos de la Biblia acerca de él.[1] La palabra “palestino” en la sociedad occidental, y durante siglos, encarnó a una persona bárbara que no tiene cultura, y en el idioma inglés la palabra “palestino” se usaba como un insulto. 1- Biblia, Antiguo Testamento, jueces 13-16, 1 Samuel 4-6, 1 Samuel 9-31.
8 S a n s ó n e l p o d e r o s o El progreso cultural de los palestinos fue superior al de sus enemigos israelíes, en el campo de las ciencias aplicadas, las guerras y las bellas artes. Los israelíes y los estadounidenses finalmente lo han admitido. A partir de la evidencia arqueológica, las excavaciones demostraron que los palestinos tenían las herramientas de cerámica más hermosas, los estilos de construcción de sus casas también eran hermosos y disponían de lengua escrita. La investigación también mostró que los palestinos estaban bien organizados en las guerras. Además de la infantería, tenían equipos de caballería y carros de guerra tirados por caballos. También tenían una gran habilidad en la fabricación de herramientas de metal.[1] Se menciona en la Biblia: “No hay un solo herrero en la tierra de Israel, todos los israelíes solían ir a los palestinos para forjar sus herramientas”. Y la Biblia sugiere que los palestinos son culpables, porque no compartieron con los israelíes las habilidades artísticas palestinas. Es muy lamentable ver que el prejuicio contra los palestinos en la Torá y la Biblia se debe al hecho de 1- a- Donald Ryan (arqueólogo), “Mundo de la Biblia”, Libros Alpha 2003. b- A. Raban y R.R Stieglitz, “Los pueblos del mar y sus contribuciones a la civilización”. En: British Archaeological Reports: 17, 1991,6, págs. 34-42, 91-2. C- Frank Moore Cross y Lawrence E. Stager, El Israel revista de exploración, 2007. (formaban parte del “Proyecto Universidad de Harvard”, en: Ashkelon).
9 S a n s ó n e l p o d e r o s o que quienes escribieron la Torá y la Biblia estaban en guerra con los palestinos, y esto afectó a los pueblos occidentales y a los judíos, por lo que adoptaron una postura hostil contra los palestinos por aquellos días. ¿Se hará justicia para con el pueblo palestino? El autor
11 S a n s ó n e l p o d e r o s o Reparto (Por orden de aparición) Un grupo de judíos El primer judío El segundo judío Sansón El tercer judío Una multitud de palestinos Dalila Un grupo de gobernantes palestinos Primero de los gobernantes palestinos Segundo de los gobernantes palestinos Tercero de los gobernantes palestinos Un Barbero Un escolta de los gobernantes palestinos
12 S a n s ó n e l p o d e r o s o Otra multitud de palestinos Un verdugo Uno de los palestinos Un grupo de palestinos Un chico Un mayordomo El representante del pueblo de Gaza Una multitud de judíos Juez Samuel Un asistente de los judíos Un guardia El Rey Saúl Soldados israelíes Soldados palestinos Jonathan Abi Nadab Malki-Shua Combatiente palestino 1 Combatiente palestino 2 Combatiente palestino 3 El portador de armas del Rey Saúl Palestino 1 Palestino 2 Palestino 3 Líder palestino
13 S a n s ó n e l p o d e r o s o Primer acto
15 S a n s ó n e l p o d e r o s o Primera escena Lugar: La roca de Etam al oeste de Bir Zeit, donde se esconde en una cueva Sansón, hijo de Manoa, de la tribu Dan, que habitaba en la ciudad de Zorah. Fecha: 1122 a. C. Algunos judíos provenían de la región de Judea entre los dos mares, el Muerto y el Mediterráneo, y uno de ellos se adelanta: El Primer judío: Sansón... Sansón… Sansón sale de la cueva. El segundo judío: Los palestinos nos atacaron. Cuando les preguntamos ¿Por qué nos atacáis? Dijeron que vinieron a arrestarte. Y cuando les preguntamos el por qué, dijeron que
16 S a n s ó n e l p o d e r o s o en venganza por lo que Sansón les había hecho a los palestinos. Somos residentes de la región de Judea, somos tres mil habitantes, vinimos a decirles: ¿No saben que los palestinos nos gobiernan? ¿Por qué nos haces daño con tu comportamiento? Sansón: Les hice lo mismo que ellos me hicieron a mí. El Tercer judío: ¿Qué hicieron contigo? Sansón: Hace algún tiempo, visité la ciudad de Temnah (situada entre Ramallah y Lod) y vi a una hermosa mujer palestina que conquistó mi mente. Cuando regresé a mi país, les pedí a mi padre y a mi madre que le propusieran matrimonio a esta palestina, pero se negaron a hacerlo y dijeron: “¿No hay mujer en nuestra tribu, o entre los hebreos, con quien casarse? ¡Y quieres casarte con una palestina!” Ante mi insistencia, mi padre y mi madre acordaron casarme con esta mujer palestina. Mi padre, mi madre y yo fuimos a Tamna, y en el camino un león me atacó, así que le disloqué las mandíbulas, y me di cuenta en ese momento que el Señor me había dotado de un poder extraordinario. En Tamna, el padre de la mujer estuvo de acuerdo y me permitió sentarme con su hija. ¡Qué feliz me sentí de hablar con ella! El Señor envió nuevamente poder a mi cuerpo cuando fui a Ashkelon y maté a treinta palestinos, tomé sus posesiones y regresé con mi familia.
17 S a n s ó n e l p o d e r o s o El Primer judío: ¿Y qué pasó después? Sansón: A la hora de cosechar el trigo, tomé un cabrito, y se lo llevé a mi esposa. Pero su padre se negó a dejarme entrar en su casa, bajo el pretexto de que había tardado demasiado en volver y la casó con otro de mis hombres. Me dijo que me casaría con su hermana, y que ella era más hermosa que ella. Le dije a su padre “palestinos, no me culpen si les hice lo que les hice”. El segundo judío: Los palestinos dicen que sus campos de trigo fueron quemados, sus olivos y sus vides destruidas. ¿Quién hizo eso? Sansón: Fui yo quien lo hizo, porque el padre de mi esposa la casó con uno de mis hombres y los palestinos, tras enterarse de que un palestino había casado a su hija con un judío, capturaron al hombre y a su hija y los quemaron a vivos. Me juré a mí mismo que no descansaría hasta que me vengara de los palestinos, así que ataqué a los palestinos y maté a un gran número de ellos. Luego vine a esta cueva. Tercer judío: Pero vinimos hoy para atarte y entregarte a los palestinos. Sansón: Estoy de acuerdo, pero con la condición de que vosotros no me matéis. Primer judío: Solo te ataremos y te entregaremos a los palestinos. No te mataremos.
18 S a n s ó n e l p o d e r o s o Los judíos trajeron cuerdas, ataron las manos de Sansón a su espalda y le rodearon el cuerpo con las cuerdas. El segundo judío: Vamos, se lo entregaremos a los palestinos en Lehi, en el subdistrito de Latron. Fundido a negro
19 S a n s ó n e l p o d e r o s o Segunda escena Escena: El pueblo de Lehi (cerca de Latron) Una multitud de palestinos vino a recibir a Sansón. Tercer judío: ¡Palestinos, venid a recibir a Sansón! (Los palestinos se acercan, cantando) Atrapan a Sansón, que está luchando con ellos. Sansón aprieta los músculos de los brazos, se parten las cuerdas, se le caen de los brazos y se suelta las manos. Los palestinos rodean a Sansón, tratando de atraparlo. Sansón toma la quijada de un burro muerto y comienza a luchar contra los palestinos con ella, hasta que mueren mil palestinos.
20 S a n s ó n e l p o d e r o s o Sansón sostiene con orgullo la quijada del burro en su mano derecha. Sansón: Con una quijada de burro los apilé uno sobre otro. Con la quijada de burro mate a mil hombres. Sansón lanza al aire la mandíbula del burro. Levanta las manos al cielo y grita: Sansón: ¡Oh, Dios mío!, me has permitido esta victoria con el poder concedido a tu siervo. Así que, ¿Moriré de sed y caeré en cautiverio de los palestinos? Entonces el Señor hizo brotar el agua de la tierra. Sansón (gritando): ¡Agua, agua! ¡Oh, Dios! El agua brota del suelo. Sansón bebe agua y se refresca. Sansón: Llamaré a esta fuente "manantial del llamador”. Dirigiré a las tribus judías y seré su juez. Fundido a negro
21 S a n s ó n e l p o d e r o s o Segundo acto
23 S a n s ó n e l p o d e r o s o Primera escena Escena: Dentro de la casa de Dalila la judía. Lugar: El valle de Sorek, quince millas al oeste de la ciudad de Zorah, zona bajo el dominio palestino. Fecha: 1105 a. C. Aparece en el lateral del escenario la puerta de una habitación, y en la habitación interior se puede ver a Dalila que deambula inquieta por la casa, mirando a izquierda y derecha como si estuviera esperando que alguien se viniera a verla. (Llaman a la puerta) Dalila: ¿Quién va? Gobernantes de Palestina: Somos los gobernantes de Palestina, ¡Abre la puerta!
24 S a n s ó n e l p o d e r o s o Dalila abre la puerta y entran tres personas con sus arcos y flechas y un guardia con una lanza. Uno de los gobernantes (señalando a los que están con él): Somos los gobernantes de Palestina, te pedimos que tentaras a Sansón para que te dijera el secreto de su fuerza y cómo podemos vencerlo y atarlo fuertemente, Pero no lo hiciste. Segundo de los gobernantes: Sabemos que te ama mucho y no pensamos que sea egoísta contigo por eso, de cada uno de nosotros tendrás mil cien monedas de plata como te prometimos. Dalila: Le pregunté tres veces. La primera vez me dijo “si me atas a siete cuerdas de arco nuevas, seré tan débil como cualquier persona normal”. ¡Lo até, pero las rompió cuando le dije que los palestinos habían venido a arrestarlo! La segunda vez lo até con cuerdas nuevas, tal y como me dijo, y de la misma manera las rompió. La tercera vez, me dijo “si tejes mi cabello con las cuerdas de tu telar, se debilitará”. Así que lo hice, y cuando llamé a los palestinos, partió los hilos del telar. Tercero de los gobernantes: Requeriste de nuevo nuestra presencia. ¿Has averiguado algo al respecto? Primero de los gobernantes: ¿Conoces el secreto de su poder?
25 S a n s ó n e l p o d e r o s o Dalila: Sí, me reveló el secreto de su poder. ¿Traéis el dinero? Cada uno de los gobernantes de Palestina levanta una bolsa de dinero. Dalila: ¡Esperad afuera hasta que os llame! Los gobernantes palestinos salen de la casa. Sansón sale de la habitación y Dalila se sienta en el patio. Sansón: Dalila… ¿Con quién hablabas? Dalila: Con nadie. Vamos cariño, descansa sobre mi pierna. Sansón apoya la cabeza sobre su pierna. Dalila (culpando a Sansón): ¿Cómo puedes decir que me amas, si tú no compartes tus secretos? Tres veces te burlaste de mí y no me dijiste qué es lo que te hace fuerte. Sansón: Me atormentaste con esta insistencia. Todas las noches... Todas las noches… ¿Cuál es el secreto de mi fuerza? ¿Cuál es el secreto de mi fuerza? Estoy muy molesto. Sin embargo te confesé el secreto de mi fuerza, y te dije que si me cortan los siete mechones de cabello, mi fuerza desaparecerá y seré como cualquier persona normal. Dalila: ¿De verdad? Sansón: Sí. Dalila: Duerme, cariño, duerme en mi pierna. Sansón se duerme.
26 S a n s ó n e l p o d e r o s o Dalila se deshace de Sansón y se va. Dalila regresa con el barbero, se acerca a la cabeza de Sansón con unas tijeras grandes en la mano, comienza cortando los siete mechones de cabello de su cabeza y luego sale corriendo. Dalila regresa junto a Sansón. Dalila (gritando): ¡Sansón! ¡Los palestinos vinieron a arrestarte! Sansón se levanta y trata de mostrar su fuerza con las manos, pero cae de rodillas por debilidad. Entonces Dalila le ataca y lo patea, asegurándose así de que su fuerza ha desaparecido. Dalila (Con voz alta): ¡Palestinos! Venid. ¡Oh, palestinos! ¡Venid! Entran los tres gobernantes de Palestina y con ellos un escolta que lleva una lanza y agarran a Sansón mientras Dalila corre hacia la habitación interior y regresa con una gran cantidad de cadenas. Los gobernantes de Palestina comienzan a atar a Sansón con las cadenas, lo arrastran a la boca del escenario y cada uno de ellos saca una bolsa de dinero y se la arroja a Dalila. Los gobernantes de Palestina comienzan a sacarle los ojos a Sansón y los arrojan hacia la derecha e izquierda del suelo del escenario. Entonces las cuencas de Sansón comienzan a sangrar y Sansón grita y llora con cierta humillación.
27 S a n s ó n e l p o d e r o s o Sansón: ¡Ah, ah, ah, ah! Uno de los Gobernantes de Palestina: ¡Vamos! ¡Llevémoslo a Gaza! Sansón, encadenado, tropieza mientras lo arrastran fuera del escenario. Dalila regresa sosteniendo los mechones de cabello de Sansón en una mano y las tijeras en la otra. Ella respira, molesta por lo que le pasó a Sansón. Pero pronto lanza los mechones y las tijeras, agarra las bolsas de dinero y se ríe a carcajadas de alegría. Fundido a negro
28 S a n s ó n e l p o d e r o s o Segunda escena Celebraciones palestinas de la victoria sobre Sansón. Lugar: Gaza. Fecha: 1105 a. C. Escena: Los gobernantes de Palestina se sientan con un gran número de personas, estimado en tres mil hombres y mujeres bajo un templo techado En el centro del templo hay dos pilares que sostienen el techo. En un lado del teatro se ve a un Sansón preso girando el molino y detrás de él hay un verdugo azotándole en la espalda. La gran celebración comienza con bailes palestinos y movimientos acrobáticos.
29 S a n s ó n e l p o d e r o s o Uno de los palestinos: Nuestro Señor ha triunfado sobre nuestro enemigo, Sansón. Grupo de palestinos: Gracias a nuestro Señor, nuestro Señor nos ha salvado de nuestro enemigo, quien mató a un gran número de nosotros. Uno de los Gobernantes de Palestina: Sacad a Sansón de la cárcel. Mayordomo: ¡Oh gente! Este es Sansón hijo de Manoa, de la ciudad de Zorah, quien ha sido juez de las tribus judías durante veinte años bajo el gobierno palestino. Uno de los Gobernantes de Palestina: Todos los jueces estaban sujetos al gobierno palestino excepto tú, Sansón, atacaste a la gente, los mataste, quemaste sus cosechas y mancillaste su honor. Uno de los gobernantes palestinos: Tenemos una queja del pueblo de Gaza. El gobernador vuelve la cabeza y pregunta por el representante del pueblo de Gaza. Uno de los Gobernantes de Palestina: ¿Dónde está el representante del pueblo de Gaza? Alguien de la audiencia se adelanta. Uno de los Gobernantes de Palestina: ¿Cuál es tu reclamación? Representante del pueblo de Gaza: Un día, Sansón llegó a Gaza, entró en la casa de una prostituta y
30 S a n s ó n e l p o d e r o s o pasó una noche con ella. Se corrió la noticia entre la gente de que Sansón estaba allí, por lo que el pueblo de Gaza se reunió para esperarle toda la noche en la puerta de la ciudad cerrada de Gaza. Tenían la intención de matarlo al amanecer. Sin embargo, Sansón salió en medio de la noche, quitó la puerta con sus dos bisagras, se la llevó consigo y luego la arrojó a las colinas. Uno de los Gobernantes de Palestina: ¿Entonces? El Representante del pueblo de Gaza: ¡Oh, gobernador! Sansón es un libertino que ha atacado a muchas mujeres y debe ser asesinado. Uno de los Gobernantes de Palestina: Le sentenciamos a ser encadenado con cadenas de bronce y luego atado al molino en la cárcel para moler el grano. Y ha pasado allí un tiempo. Ahora, le sentenciamos a bailar y entretenernos. ¡Vamos! Los palestinos comienzan a aplaudir y le piden a Sansón que baile. Grupo palestino: ¡Baila Sansón! ¡Baila... Baila... Baila! Sansón salta como si estuviera bailando. (Sansón se dirige al niño que lo llevaba de la mano)
31 S a n s ó n e l p o d e r o s o Sansón: Chico, pon mis manos en los dos pilares que levantan el techo para que pueda apoyarme. El niño lleva a Sansón al primer pilar y luego al segundo pilar, donde sus manos llegan a apoyarse sobre ambos pilares al mismo tiempo. Mientras continúan los bailes y los aplausos, Sansón grita a todo pulmón: Sansón: ¡Oh, Señor! ¡Dame la fuerza, aunque solo sea una vez, para vengarme de los palestinos que me sacaron los ojos! El techo se derrumba sobre Sansón y los filisteos. Sansón, junto con miles de palestinos, muere cuando el techo se derrumba sobre ellos y se produce una densa polvareda. Un palestino miraba el polvo, y grita: ¡Los cerca de tres mil asistentes, los gobernantes de Palestina y Sansón, que también estaba con ellos, han muerto! ¡Oh, qué horror! Fundido a negro
33 S a n s ó n e l p o d e r o s o Tercer acto
35 S a n s ó n e l p o d e r o s o Primera escena La ceremonia de investidura de Saúl, el primer rey del Reino de Israel. Lugar: La aldea de Shakhem cerca de Nablus. Fecha: 1050 a. C. Escena: Una multitud de personas alzó la voz por el fragor de la discusión. Entra el juez Samuel. Las voces se callan y la discusión se detiene. El juez Samuel avanza a un lado del escenario. Un Asistente: ¡Oh, juez! Usted era para nosotros como garante de las tribus judías, y nos advertía que si coronábamos a un rey nos ocurrirían desgracias. ¿Qué te trajo aquí hoy?
36 S a n s ó n e l p o d e r o s o Juez Samuel: He venido a nombrar a Saúl como primer rey del Reino de Israel. Multitud (al unísono): ¿Por qué? Juez Samuel: Usted sabe que el juez Sansón mató a muchos palestinos. Cuando su templo fue destruido cayendo sobre sus cabezas, murieron tres mil palestinos, es decir, más de los que fueron asesinados por él a lo largo de toda su vida. Y él también fue exterminado con ellos. Me dije a mí mismo: Los palestinos no volverán a levantarse otra vez. En el transcurso de cincuenta y cinco años después de la muerte de Sansón, varios jueces juramos el cargo, y yo fui el último de ellos. Solo tenemos el mando militar y en cuanto a los asuntos políticos, estaban en manos de los líderes de las tribus judías y el pueblo israelí sucumbió a un estado de caos, sin adoración a Dios. Cada uno hace lo que quiere, sin embargo, que los palestinos ataquen nuestro templo y tomen el arca de la alianza con las tablas de los mandamientos inscritos en ellas no se puede tolerar. Soy vuestro juez, pero he envejecido y no puedo devolver el arca de la alianza. Entonces decidí que coronaríamos a Saúl para que fuera vuestro rey. Quizás él pueda devolver el arca de la alianza. Alguien llama a la puerta y le entrega al guardia una caja, el cual entra en la sala de reuniones.
37 S a n s ó n e l p o d e r o s o Y cuando la multitud y el juez Samuel ven entrar al guardia su voz se eleva de alegría. Multitud: ¡El arca de la alianza, el arca de la alianza, el arca de la alianza! Asistente: ¡Ábrela! Tal vez rompieron las tablas de los mandamientos. La caja fue entregada al juez Samuel, quien la abrió y sacó ilesa las tablas de los mandamientos. Entonces todos suspiraron de alegría. Multitud: ¡Oh, gracias a Dios! El juez Samuel se dirige al guardia: Juez Samuel: Oye guardia, ¿Por qué dejaste ir al hombre que te dio la caja? El guardia: Cuando me entregó la caja me dijo: "Toma tu caja, solo nos ha traído mala suerte". Y con júbilo corrí hacia vosotros con ella. Asistentes: Juez, el nombramiento de Saúl como rey fue para devolvernos el arca de la alianza, y arca de la alianza nos fue devuelta. Entonces, ¿Cuál es la razón para coronarlo? Juez Samuel: Se han arreglado las cosas. Y mirando hacia un lado del escenario dice: Juez Samuel: Aquí viene el rey Saúl. El rey Saúl entra ataviado como un rey.
38 S a n s ó n e l p o d e r o s o Entra una persona que lleva una corona colocada en una almohada. Todos rinden pleitesía al rey Saúl. El rey Saúl se sienta en el trono. El juez Samuel avanza para coronar al rey Saúl mientras está sentado en el trono. Entonces el juez Samuel regresa a su lugar. Rey Saúl: Yo soy el rey y llamaré a mi reino el Reino de Israel. Y seré el primero del reino de Israel. El pueblo de Shakhem en el que celebramos la coronación será ahora nuestra capital. El juez Samuel sostiene el arca de la alianza y se la presenta al rey Saúl, mientras está abierta, para mostrarle las tablas de los mandamientos. El rey Saúl se asombró de alegría y dijo: ¿Quién las ha devuelto? Juez Samuel: Ellos mismos las trajeron. Rey Saúl: ¿Por qué? ¿Tenían miedo de que las tomáramos por la fuerza? Juez Samuel: ¡Llévenla de vuelta, porque les trajo mala suerte! Rey Saúl: ¡Nosotros somos los que les traeremos mala suerte! Estos... Estos bárbaros. Juez Samuel: ¡Oh, rey! Los palestinos tienen nuevas alianzas. En el este de Palestina les apoyan los
39 S a n s ó n e l p o d e r o s o ammaníes, y en el sur de Palestina están con ellos los amalecitas. Rey Saúl: No temas, lucharé contra los ammaníes y los amalecitas y los eliminaré. Fundido a negro
40 S a n s ó n e l p o d e r o s o Segunda escena El campo de batalla con los palestinos. Lugar: Monte de Burbujas cerca de Jenin. Fecha: 1010 a. C. El rey Saúl arenga a los soldados israelíes. Rey Saúl: ¡Soldados! ¡Esos palestinos vinieron a luchar contra nosotros! Quieren destruir nuestro reino. ¿Recordáis cuando luché contra los ammaníes en el este de Palestina y les derroté? ¡Y no podrán luchar contra nosotros! ¡Y luché contra los amalecitas en el sur de Palestina y los derroté! ¡Y tampoco podrán volver a luchar contra nosotros!
41 S a n s ó n e l p o d e r o s o Hoy lucho junto a vosotros contra los palestinos. Nadie está con ellos, ¡Así que debemos derrotarlos! Los israelíes se alinean en un lado del teatro y los palestinos en el otro. El rey Saúl, rey de Israel, se acerca y dice: Rey Saúl: Soy el rey Saúl, el primer rey de Israel. Oíste acerca de mí cuando derroté a los ammaníes y amalecitas. Así que, ¿Hay alguno de ustedes que compita contra mis tres hijos: Jonathan, Abinadab y Malki-Shua? Avanza un combatiente palestino. Rey Saúl: ¡Vamos, Jonathan! Jonathan, hijo del rey Saúl, avanza. Comienza el duelo entre los dos y el palestino mata a Jonathan, el hijo del rey Saúl. Dos soldados israelíes avanzan y arrastran el cuerpo de Jonathan al lado de los israelíes, mientras que el combatiente palestino se retira al lado de su grupo. Rey Saúl: Este es mi hijo, Abi Nadab. Adelante hijo. Abi Nadab, el hijo del rey Saúl, avanza y se le aparece otro luchador palestino. El duelo comienza y Abi Nadab, el hijo del rey Saúl, muere. Dos soldados israelíes avanzan y arrastran el cuerpo de Abi Nadab hacia el lado de los israelíes, mien-
42 S a n s ó n e l p o d e r o s o tras que el combatiente palestino se retira al lado de su grupo. Rey Saúl: Este es mi hijo Malki-Shua. Adelante hijo. Malki-Shua, hijo del rey Saúl, se adelanta y un tercer combatiente palestino sale a por él, comienza el duelo y Malki-Shua, el hijo del rey Saúl, es derrotado. Dos soldados israelíes avanzan y arrastran el cuerpo de Malki-Shua al bando de los israelíes, mientras que el combatiente palestino se retira al lado de su grupo. Cuando el rey Saúl vio a sus tres hijos muertos, grita a su gente, diciendo: Rey Saúl: ¡Israelíes...! ¡Matad a los palestinos! ¡Matad a los palestinos! ¡Matad a los palestinos! Los israelíes avanzan hacia el centro del escenario, y una lluvia de flechas cae sobre ellos. Entonces el rey Saúl cae y sus heridas sangran por la gran cantidad de heridas de flechas en su cuerpo. El rey Saúl llama a su portador de armas. Rey Saúl: ¡Oh, portador de armas! ¡Oh, portador de mis armas! Una persona avanza portando el arma del rey:
43 S a n s ó n e l p o d e r o s o Portador de armas: Sí, mi rey. Rey Saúl (dirigiéndose al portador de armas): ¡Mátame con tu espada! Pero el portador de las armas del rey da un paso atrás, sorprendido por lo que escuchó, negando con la cabeza. Rey Saúl: ¡Mátame con mi espada! De lo contrario, los palestinos vendrán a matarme y mutilaran mi cuerpo. El portador de armas gira alrededor del rey y repite: Portador de armas: No... No... No... El rey Saúl toma su espada (es decir, la espada del rey) y coloca su cuerpo sobre ella, de modo que la espada penetra su cuerpo y cae muerto. El portador de armas llora y grita de dolor cuando vea al rey Saúl muerto. También él desenvaina su espada, pone su cuerpo sobre ella y se muere con el rey. Un período de descanso, seguido de un fundido a negro para pasar una noche a la batalla. Tarareo desde lejos. El sonido se acerca hasta que los palestinos llegan al escenario. Mientras los palestinos avanzan, recogen las armas israelíes esparcidas por el campo de batalla y entre los muertos.
44 S a n s ó n e l p o d e r o s o Un palestino se encuentra con los hijos del Rey Saúl: Palestino: Estos son los hijos del rey Saúl. Los tres están muertos. Segundo palestino: Este es el rey Saúl y está muerto también. Un tercer palestino: ¡Cortémosle la cabeza! El segundo palestino decapitó al rey Saúl y clavó su cabeza en una lanza para que los palestinos la vieran. Los palestinos gritaron: Los palestinos: ¡Ganamos! ¡Ganamos! Mientras tanto, uno de los palestinos, su líder, se adelanta: Líder palestino: Ayer matamos al rey Saúl, a sus tres hijos y a todos sus soldados, así que no crean que la batalla ha terminado. Debemos liberar nuestras ciudades de los israelíes y debemos comenzar desde ahora. Las voces se elevan con vítores. En ese momento, uno de los palestinos entra corriendo, gritando a todo pulmón: Uno de los palestinos: ¡Oh, palestinos! ¡Oh, palestinos! La noticia del asesinato del rey Saúl, sus tres hijos y todos sus soldados se extendió por las ciudades. Cuando los israelíes se enteraron de la noticia,
45 S a n s ó n e l p o d e r o s o huyeron de las ciudades. Así que los palestinos recuperaron el control sobre ellas. Todos están contentos y lo expresan con cantos y bailes palestinos. Fundido a negro Fin
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