The Black Stone

17 L a p i e d r a n e g r a Thomal va a ver quién está en la puerta, luego regresa alegremente para decir: Thomal: Su majestad... Su majestad... ¡El mayordomo Nasr dice que Abdullah Ibn Al-Mu’taz huyó! La Dama: Alabado sea Alá... Alabado sea Alá. La dama (ordenando): ¡Oh, Thomal! Date prisa y saca a su majestad el califa al-Muqtadir de su escondite. La dama deambuló por el salón hasta que sacaron a al-Muqtadir de su escondite. Thomal entra mientras guía al califa al-Muqtadir, que es un chico joven, y lo arrastra como una pluma que flota en el viento: Thomal: Su majestad... Su majestad... ¡Aquí está el califa! La Dama: Hijo mío... Hijo mío... Ella lo lleva de la mano al sofá, le limpia el hombro y le arregla la ropa mientras le dice: La Dama: Hace dos días que no veo tu rostro. ¡Maldito sea Ibn Al-Mu’taz! Al-Muqtadir: Mamá... ¿Qué pasó? La Dama: Esta mañana Abdullah bin Al-Mu’taz envió una orden para que abandonaras la casa de Ibn Taher, para que él pudiera mudarse a la casa del califato, y actué sin avisarte. Así que di órdenes a Mu›nis al-Khadim, Mu›nis al-Khazen, Gharib al-Khal, al

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