The Black Stone

18 L a p i e d r a n e g r a séquito y a nuestros partidarios y los envié a luchar contra Abdullah Ibn Al-Mu›taz. Llaman a la puerta y Thomal corre hacia la puerta para mirar, luego regresa para decir: Thomal: Moulay, el mayordomo Nasr dice que Gharib al-Khal está en la puerta. Al-Muqtadir: Déjalo entrar. La Dama: ¿Qué pasó? ¿Por qué regresó? Gharib al-Khal entra con su espada en la mano y en sus ropas rasgadas hay rastros de sangre de la batalla. Habla mientras jadea: Gharib al-Khal: Fuimos hasta al-Mukhrram, donde se alojaba Ibn Al-Mu’taz, y allí nos enfrentamos a sus guardias, por lo que él huyó con su ministro, Muhammad Ibn Daoud, el juez Ahmed Ibn Daoud, y su serviente llamado Yumn. Pero Mu’nis al-Khadim, Mu’nis al-Khazen y su séquito lo persiguieron y hostigaron de un lugar a otro. Gharib al-Khal: Muley, el caos dominó en Bagdad y se produjeron saqueos y asesinatos. Entonces Ali Ibn Muhammad Ibn al-Furat salió para aplacar el pillaje. La Dama: ¡Oh, Gharib! Vete y tráenos a Ali Ibn Muhammad Ibn al-Furat. Gharib al-Khal sale. Al-Muqtadir: ¿Madre, qué quieres de Ali Ibn Muhammad Ibn al-Furat?

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