38 Como resultado, el resto de los hombres del emir Muqrin partieron tras él, y abandonaron la ciudad. A partir de ese momento, el comendador António Correia autoproclamó dueño de la ciudad, pudiendo tomar el control de los palacios de Baréin, y se llevó todo el botín que consiguió. Seis o siete portugueses murieron, y muchos resultaron gravemente heridos. Por otro lado, 25 jinetes árabes fueron asesinados, además de más de doscientos combatientes árabes. En cuanto al emir Muqrin, murió a causa de las heridas producidas en la batalla, tres días después, y también murió el valí de Baréin. António Correia entregó medallas
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