The Inquisition

561 En la ciudad de Málaga en catorce días del mes de noviembre del dicho año, ante el dicho señor Represa y en presencia de mí presente una mujer que se dijo llamar por su nombre, Catalina del Castillo mujer de Diego Hidalgo, trabajador vecino de esta dicha ciudad. Así mismo la hizo presente ante sí, y de ella recibió juramento en forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad. Y siendo preguntada en razón de lo susodicho, dijo que lo que pasa es que el dicho Diego del Castillo su (…) viviendo en la Villa de Motril, podrá haber tiempo de tres meses poco más o menos hubo una pendencia con un vecino mudéjar del dicho pueblo que se llamaba Llaneras que vivía en un lugar de moriscos del Alpujarra y se vino allí a vivir, de la cual pendencia remaneció muerto el dicho Llaneras, y la Justicia de la dicha Villa de Motril del hospital de la dicha villa donde le habían retraído Hoja 4 y esta testigo de allí (por odio) contra la Justicia por lo haber sacado de la iglesia. Y al cabo de cinco días lo volvieron al dicho hospital. Y estando allí su marido al segundo día que lo habían restituido y estando asomado a la ventana del dicho hospital y estando juntamente con él vino allí a un lavadero de una fuente que por debajo de la dicha ventana una hija del dicho Llaneras difunto que se llama Barbola de Llaneras, mujer de Diego Portugués, que ahora está en tierra de moros de los moros que se han levantado en la dicha Alpujarra, él y otros dos hermanos de la dicha Barbola de Llaneras Y como vio el dicho Diego Hidalgo su marido dijo, es imposible que la ley de Dios ni del rey no vale pues que la ley de Dios no del rey no vale, valga la de Mahoma que es mejor. Y que diciendo esto la sobredicha Barbola de Llaneras y pidió un cantarillo de agua y se fue y que su marido de esta testigo tenía aderezado un brazo, para ser venir a esta ciudad y se vino. Y luego esta testigo se vino a cabo de un mes y como la dicha Barbola vio que esta testigo se venía de esta ciudad se vino luego y al presente y oído decir que está en esta ciudad. Preguntada qué personas se hallaron presentes más que esta testigo y el dicho su marido cuando la dicha Barbola dijo las dichas palabras, dijo que a lo que tres allí estaban una o dos mujeres en la dicha fuente y lavadero y con él su marido, aunque no debieron de oír nada y que lo tiene dicho lo declara por descargo de su conciencia por que pasó así en efecto de verdad y no por la enemistad que con

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