196 Francisca que no sabe con quién está casada y vive en Porchinas y que ayunaban no comiendo desde la mañana hasta la noche y que esta confesante oyó decir a la dicha Catalina “Bismilehe alhanduridiley arapi alamin” y que no tiene más que decir. Visto por los dichos señores inquisidoresmandaron ordenar la seña del tormento que es la que sigue: (ENTRE RENGLONES: Visto (rúbrica) ) Fallamos atentos los autos y méritos de este proceso que debemos de condenar y condenamos a la dicha María mujer del dicho Ambrosio Pérez a que sea puesta a cuestión de tormento de agua y cordeles para que en él diga la verdad, en el cual esté tanto tiempo cuando fuere nuestra voluntad con protestación que le hacemos que si le sucediere muerte o efusión de sangre o mutilación de miembro que sea a su cargo y culpa y no a la nuestra, y así lo pronunciamos y mandamos. Licenciado Martín Alonso (rúbrica). Licenciado Martín de Coscojales (rúbrica). Doctor Salzedo (rúbrica). Hoja 23 Y siéndole leída la seña del tormento y por ella oída y entendida habiéndosela declarado la dicha lengua, fue amonestada que diga la verdad antes que la bajen a la cámara del tormento. Dijo que ella tiene dicha la verdad y así fue mandada bajar a la cámara del tormento. Y estando en la cámara del tormento los dichos señores inquisidores y el dicho señor provisor, teniendo en ella a la dicha María, fue amonestada por la dicha lengua que diga la verdad antes que la desnuden. Dijo que ella tiene dicha la verdad. Y así fue comenzada a desnudar, y estando desnuda fue amonestada que diga la verdad antes de que le aten las manos. Dijo que ella tiene dicha la verdad y así fue comenzada a ligar los brazos con cordeles, y apretándole dijo que sí hizo y vio y que sí hizo. Le fue dicho que declare lo que hizo y vio. (LATERAL: Confiesa. La dicha Catalina. Ayuno) Dijo que ayunó un Ramadán con aquellas mujeres que tiene dicho, y que lo ayunó un mes en casa de la dicha Catalina de Lobras, mujer del dicho Gonzalo
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