The Inquisition

22 (Nota lateral: Que la ley de los moros era buena y la de los cristianos no valía nada) no había otra, y que era buena y que la de los cristianos no era buena, y esto decía el dicho Martín, loando la dicha ley de los moros. Y así se salieron de allí este testigo y el dicho Diego y dijeron los dos: “vamos a los señores y digamos esto que hemos visto”. Y también, dijo que antes de lo que tiene dicho, que serían ocho días antes o algo más, el dicho Martín, mesonero, en frente de este testigo y del dicho Diego su compañero, se apalabró con Cristóbal gazi que está en el dicho mesón con el dicho Martín que tiene allí a su mujer y habiendo los dos (Nota lateral: Cristóbal Gazi) Este testigo vio cómo el dicho Cristóbal se echó mano a la barba y dijo en algarabía “por la verdad de la ley de Mahoma viejo que si no mirase vuestras canas Hoja 15 que vos me lo pagarías porque tengáis vos a otras gentes en mucho y a mí tenéis me en poco”, y que esta es la verdad, por el juramento que hizo y que no le vio hacer ni decir otra cosa al dicho Martín. Preguntado, dijo que no le respondió nada este testigo al dicho Martín y los demás que tiene dicho que estaban presentes. Preguntado cual fue la causa de que el dicho Martín vino a hablar en presencia de este testigo y los demás que tiene dichos con la ley de los moros, loándola por buena. Dijo que no sabe sino que como habían cenado, el dicho Martín tomó un jarro de vino que tenía delante y él lo bebió de un golpe y de lo que se hubo y miró a este testigo y al dicho su compañero y su mujer y dijo: “Por este y por el dicho Diego, que os hacen esos sambenitos si esto en la tierra de los moros sino con otra ley sino la de los moros que lo demás es todo burla que dejan a cada uno en su ley y no tornan a nadie moro por fuerza”. Y que entonces le respondieron este y el dicho su compañero poniendo el dedo en la boca, le dijeron a este que callase. Y esto respondió el dicho Martín: lo que tengo tampoco en mi cabeza tengo deber

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