The Inquisition

38 y la dicha persona le hizo las cédulas del “Alcorán” de Mahoma las dos para que pusiese a la puerta del dicho mesón y la otra que trajese consigo. Otrosí dijo que vio y oyó como el dicho Martín Guaharani se juntó en la dicha parte y lugar con ciertas personas de su casta y generación a tratar y platicar en la dicha ley de Mahoma. Y allí el dicho Martín y los demás decían cómo la ley de los moros era la buena y no había otra y por ella habían de ir al paraíso y que tenían esperanza que habrán de volver a la ley de los moros con ayuda de Dios y cierta persona de las que donde estaban rezaba de la cabeza las cosas del “Alcorán” y declaraba a las dichas personas las cosas que Mahoma había mandado, y declarándoselo la dicha persona, las demás que lo oían lloraban y le pedían que les declarase los preceptos y mandamientos de Mahoma y otras cosas de su ley. Hoja 38 Así mismo, este testigo vio y oyó como el dicho Martín se juntó en la dicha cierta parte y lugar muchas y diversas veces con la dicha persona y otras muchas y diversas personas de su casta y generación a tratar y platicar en las cosas susodichas de la dicha ley de Mahoma y en su loor diciendo cómo era buena y en ella se habían de salvar y que en las dichas pláticas durarían por espacio de seis años, y que ésta es la verdad para el juramento que hizo y no lo dice por odio. (Nota lateral: 2º) Otro testigo jurado y ratificado que depuso en diciembre de mil quinientos cincuenta y cuatro años dijo que vio y oyó como haría veinte días que Martín de la Cuadra, morisco que tenía el mesón de Córcoles y está preso en este Santo Oficio, se juntó en cierta parte y lugar de esta ciudad de Granada con una persona de su casta y generación y allí este testigo oyó decir al dicho Martín de la Cuadra mejor es la ley de los moros que al de los cristianos, porque cuando morían los moros iban al paraíso, es que esta es la verdad para el juramento que hizo. (Nota lateral: 3º) Otro testigo jurado depuso en el dicho mes y año, dijo que haría veinte días poco más o menos que este testigo vio y oyó cómo Martín de la Cuadra, preso en este Santo Oficio, se juntó en cierta parte de esta ciudad de Granada con cierta persona de su casta y generación de moros y allí, el dicho Martín de la Cuadra dijo a la dicha persona que la ley de los moros era mejor que la de los cristianos

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