The Inquisition

43 Hoja 44 como el fiscal dice y así, se ha de presumir, pues yo tengo confesado de mi persona de creer es que también confesará de las demás personas, allende de las que tengo confesadas, y no impide a este los dichos de los testigos que contra mi deponen porque son falsos, vagos y singulares, y no concluyen en sus dichos, mayormente que si los dichos testigos, son de los contenidos en este memorial que presento, no se les ha de dar fe ni crédito, porque antes y al tiempo que dijeron sus dichos eran capitales enemigos míos y pedían otras tachas y defectos contenidos en este interrogatorio que presento. Por tal, lo cual y por lo que demás de derecho lugar haya, a vuestras mercedes, pido y suplico me absuelvan, den por libre de la dicha acusación o a lo menos, tengan mi confesión por entera y bastante y no por diminuta como elfiscal dice mandó me reabran a la misericordia, pues yo he confesado mi delito y hecho lo que en mí es y para ello su muy reverendo Santo Oficio imploro y pido justicia y misericordia. El licenciado Angulo (rúbrica). Hoja 45 Por las preguntas siguientes se examinen los testigos que se presentaren por parte de Martín de la Cuadra, vecino de esta ciudad preso en las cárceles de este Santo Oficio, en el pleito que trata con elfiscal. I. Primeramente si conocen a las partes y si conocen a Cristóbal de Morallas gazi y a Diego Albéitar morisco y Álvaro Muley y a Cristóbal de Molina gazi. (Notal lateral: testigo (tachado) y ser mujer de este Álvaro de que viven rente de la casa del dicho Martín de la Cuadra. Esta mujer dice que no conoce a la parte) II. Y también si saben que podrá haber un año poco más o menos que los dichos Cristóbal de Morallas y Martín de la Cuadra vinieron muy malamente y hubieron malas palabras porque echo en la cárcel el dicho Cristóbal de Morallas al dicho Martín de la Cuadra porque el dicho Martín de la Cuadra había dicho al dicho Cristóbal de Morallas que se fuese a otra posada a vivir y que no estuviese en su casa, de lo cual su dicha gran enemistad entre ellos, en tal manera que de allí adelante, no se hablaron y el dicho Cristóbal de Morallas amenazó al dicho Martín de la Cuadra diciendo que se lo había de pagar y por tales enemigos del dicho tiempo acá son ávidos y tenidos.

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