Turgut

16 T u r g u t Gerente del puerto (después de mirar a los barcos que se acercaban gritando a todo pulmón): ¡Esos son muchos barcos, Dios mío! Turgut... Turgut... Turgut... El dueño del barco anclado salta de su barco y se sienta en el muelle gritando, luego mira los barcos que se acercan con sus grandes ojos y se vuelve hacia el encargado del puerto: Ya viene... Es un torneo que avanza, ah… ah... Han llegado... Estamos perdidos... ¡Oh, Dios! Viene... ¡Bendito el que se sobreviva! Vi los cañones arrojar su munición como si de lava se tratase... y allí, un barco fue tragado por las poderosas olas del Mediterráneo y de él emanaban llamas rojas. Venía... Viene... Bueno para los que huyeron y la misericordia es de los dioses para los que no pudieron huir. ¡Ah, Turgut! Lo difícil que es escapar de ti y lo difícil que es enfrentarte. ¡Es inútil! Gerente del puerto (tratando de calmar al dueño del barco anclado): Tómalo con calma. Turgut no te hará daño. El Dueño del barco: ¿Por qué vino Turgut hasta aquí? ¿Por qué...? Gerente del puerto: Suele ir a nuestra isla de Córcega y elige en ella el puerto de Girolata después de perseguir a los piratas y las flotas europeas. También venía a descansar, y cuando el tiempo se lo permite,

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