Bibi Fatima and the King’s Sons

30 Así que se quedó con su madre, como una mujer casada, pero sin marido. Por eso buscó a alguien nacido en Ormuz e hijo de un portugués, que le enseñara a leer y escribir en portugués y le manifestó que no quería a ese hombre llamado Nematallah y que no podía verlo. Así que le pidió que le contara a los monjes sobre su desdicha, ya que quería ser una mujer cristiana para librarse de aquel hombre musulmán. El hombre aceptó su encargo, contactó con el abad del monasterio de Ormuz y transmitió la confidencia a Matías de Albuquerque. Cuando la noticia llegó a oídos de Matías, este corrió directamente al palacio del rey de Ormuz y le manifestó al rey que el tema de Halima había llegado incluso a oídos del rey de Portugal y que este no aceptaba que en su reino alguien fuera oprimido. Le dijo también: “Si no puedes hacer justicia en Ormuz, otros pueden hacerlo”. Y añadió: “El caso del hijo del jeque Javed aún no se ha decidido.” En aquel momento el rey de Ormuz acordó divorciar a Halima de Nematallah. Los monjes decidieron sacar a Halima y a su hermano Delmachi de Ormuz y transferirlos a Goa, esperaron hasta la fecha límite, para que terminara el servicio de

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